El Agua de nuestro cuerpo y la vida
Las 3/4 partes de nuestro cuerpo es agua, constituyendo entre un 60% o un 70% del peso corporal.
A pesar de esta abundancia ,cuando perdemos mas de un 2% de agua ya se reduce el rendimiento físico, y a partir de un 5%, corremos un serio riesgo. Por ello nos vemos obligados a beber con frecuencia para mantener nuestros niveles óptimos corporales. Las necesidades diarias ascienden a dos litros y medio, siendo la orina el medio más importante por el que perdemos líquido, a un ritmo de un litro y medio diario aproximadamente.
También perdemos agua por las deposiciones (100 ml), los pulmones (500 ml o más en el caso de permanecer a elevadas altitudes), y por transpiración (400 ml). En un deportista, la sudoración y la respiración pulmonar incrementan notablemente estas pérdidas. Por ejemplo, en un partido de fútbol , se pueden evaporar hasta dos litros de agua por el sudor solamente.
El agua corporal se distribuye en dos compartimentos, el intracelular y el extracelular. El primero es esencial para las reacciones químicas y los procesos enzimáticos. El segundo se reparte entre el plasma sanguíneo, el liquido sinovial, las secreciones glandulares y digestivas. El sudor es un mecanismo de refrigeración imprescindible para nuestro cuerpo ,en el cual, se pierde volumen de agua plasmática, lo que se compensa con el aporte de agua desde los tejidos al plasma. La disminución del plasma reduce el oxígeno que arriba al tejido muscular, cuando precisamente requiere el máximo aporte posible. Cuando llega un cierto grado de deshidratación, precipitan substratos en los tendones, ya que normalmente tienen menor irrigación, y se padecen tendinitis, calambres y lesiones musculares. La deshidratación favorece también trastornos gastrointestinales. Para prevenir estos sintomas debemos beber. Lo mejor es hacerlo antes del esfuerzo, y sobre todo antes de experimentar la sensación de sed, que es un aviso tardío. No beber para no sudar es, como se ve, un grueso error, bastante frecuente. Es recomendable beber unos 200 a 400 ml unos siete minutos antes del ejercicio y , durante la actividad, si es posible, beber 150 a 200 ml. cada 15 o 20 min. Después, beber a intervalos regulares hasta 500 ml en una hora, y no inundar las comidas con demasiada agua.
Electrolitos, el sodio y potasio
El agua no es lo único que perdemos con el esfuerzo físico. Por el sudor perdemos también Sodio y Potasio. El primero es más abundante en el medio extracelular, mientras que el segundo lo es en el intracelular. Estos electrolitos son básicos para arbitrar el equilibrio hídrico del organismo, así como para organizar la correcta transmisión nerviosa y la función muscular. Por lo común, la dieta alimenticia, es suficiente para recuperar estos iones desaparecidos con la transpiración, de manera que no es imprescindible que una bebida para deportistas los contenga. El sodio contenido en el sudor está menos concentrado que en el plasma. Cuando la transpiración ha sido muy abundante, la ingestión de agua pura en grandes cantidades consigue "diluir" el sodio remanente en el organismo provocando así una hiponatremia, experiencia de todo punto desaconsejable. El sodio favorece el vaciado gástrico y la absorción de glucosa, lo cual es muy beneficioso para el ejercicio. El potasio abandona las células con la y movilización de las reservas de glucógeno, pero a pesar de su importancia no está justificada su presencia en las bebidas para deportistas. Una dieta normal es suficiente para garantizar niveles normales de electrolitos. En el caso de un deportista, es prudente que para su rehidratación escoja un producto hipotónico, o como máximo isotónico. Es decir, su presión osmótica debe ser inferior o igual a la del plasma. Si ingerimos un líquido hipertónico, nuestro organismo verterá agua al intestino para igualar las concentraciones antes de absorberlo, con lo que se agrava la deshidratación y sobrevienen diarreas y trastornos digestivos. Casi todas las bebidas que se encuentran en el mercado son, en cuanto a su contenido en electrolitos, hipotónicas, lo cual es bueno. La verdad es que no hay una legislación especial para estos productos. No se define legalmente qué pueden contener, qué tipos existen ni qué propiedades se les puede atribuir. En general, todas contienen sodio y potasio en cantidades bastante variables. En comparación con la mayoría de ellas El Agua mineralizada Rocío exhibe concentraciones relativamente bajas de potasio y de sodio. Ya hemos señalado que la presencia de estos electrolitos en el agua de bebida, en particular del sodio, sólo se justifica para esfuerzos apoteósicos, como por ejemplo los que realizan corredores de maratón o ciclistas, o para deportistas que realizan entrenamientos intensivos y de gran duración.
Una ventaja que posee El Agua mineralizada Rocío sobre las bebidas isotónicas comerciales es su neutralidad, puesto que es bicarbonatada y con Ph 7.La ventaja radica en que después de esfuerzos intensos se desencadena una acidez metabólica que es mejor compensar con una bebida neutra levemente alcalina
Funciones del Agua en relación a su composición
El agua es esa extraordinaria sustancia por la cual existe la vida. Su distribución y circulación en el planeta, sus propiedades físicas y químicas, la correspondencia con el medio ambiente y sus funciones en los seres vivos la transforman en el recurso mas preciado de la humanidad.
El hombre tiene necesidad del agua para realizar sus funciones vitales, para usos domésticos, para regar los campos, para la industria, para enfriar con ella las centrales de energía. Todas las necesidades aumentan con el crecimiento de la población y con la elevación del nivel de vida.
Características químicas
En su composición observamos que está formada por moléculas discretas de tres átomos, dos de Hidrógeno unidos a uno de Oxígeno que forman un insustituible ángulo de unos 105º. La unión entre átomos es fuerte, como corresponde a su enlace covalente. Su geometría angular es la responsable del momento bipolar, lo que hace de ella una molécula polar. A esto añadimos la posibilidad de establecer enlaces intermoleculares por puentes de hidrógeno.
Al carácter bipolar de la molécula de agua se une el elevado calor de hidratación, energía que se desprende cuando los iones se rodean de moléculas de agua, lo que proporciona gran estabilidad a la disolución, haciendo de ella el disolvente por excelencia de sustancias polares y, por ello, la mayor parte de las reacciones químicas se realizan en medio acuoso. Es el solvente universal y puede actuar como ácido y como base, siendo una sustancia anfiprótica (puede dar o aceptar protones). Tiene un grado de disociación muy bajo, Kw. = 10-14, siendo la concentración de sus iones la que determina el grado de neutralidad, pH = 7. La fuerza con que el agua cede o acepta protones permite trazar la línea divisoria entre ácidos débiles y bases débiles. Por esta propiedad, el agua es capaz de hidrolizar a sustancias con las que reacciona para formar nuevos enlaces.
Características físicas
El calor específico del agua [4180 J/(k*kg) º 1 cal/(ºC*g)] tiene un valor alto. Por ello, aunque acepte o ceda una gran cantidad de calor, su temperatura varía muy poco. Esta característica tiene una gran trascendencia en el mantenimiento de la temperatura corporal, de ahí la importancia de la gran cantidad de agua que tiene el cuerpo humano y también de que esta cantidad no disminuya por debajo de unos límites muy estrictos.
El calor de vaporización, entalpía de vaporización, también tiene un elevado valor [a 100ºC es de 540 Kcal./litro º 40.7 kJ/mol] lo que significa que 1 litro de agua requiere 540 kilocalorías para pasar de líquido a gas. Necesita absorber mucha energía para vaporizarse. Esto es lo que sucede cuando se suda: se disipan 540 Kcal. de calor corporal por cada litro.
Características biológicas
El agua es el compuesto más simple y el más importante de todos los seres vivos. Es imprescindible para la vida. Existen organismos capacitados para vivir sin luz, incluso sin oxígeno, pero ninguno puede vivir sin agua.
En el hombre, el agua constituye cerca de las dos terceras partes de su peso y su contenido se mantiene prácticamente constante gracias a que nuestro organismo está dotado de diversos mecanismos que regulan muy bien los ingresos y las pérdidas de dicho líquido, algo que es extraordinariamente vital.
En la Naturaleza el agua pura no existe,ni aun el agua de lluvia recogida en un recipiente estéril deja de tener contaminantes. El agua de los ríos, el agua subterránea, el agua de lluvia y el agua que bebemos contiene siempre otras sustancias disueltas que, aún en cantidades reducidas, pueden ser beneficiosas o mortales.
El Medio Acuoso
Es el medio en el que se desarrollan los procesos químicos en el organismo. Actúa como substrato o producto de reacciones metabólicas.
- Transportador por la sangre de sustancias necesarias para la nutrición de las células, lo cual requiere su solubilidad en agua o su asociación con otras sustancias que permitan hacerlas solubles. Es el solvente universal de los nutrientes y constituye el medio de absorción, transporte y utilización de la célula.
- Vehículo para excretar productos de desecho. Como principal componente del líquido extracelular, permite la eliminación de catabólicos tóxicos para el organismo si se acumulan en exceso (urea, ácido úrico, etc.).
- Lubrica y proporciona soporte estructural a células, tejidos y articulaciones.
- El alto calor específico del agua sirve para regular los cambios de temperatura, pues el agua es capaz de tomar o ceder cantidades importantes de calor sin que se modifique mucho la temperatura corporal. De esta forma nos protege de cambios de temperatura que podrían poner en peligro la vida, independientemente de la temperatura externa. Esta es una de sus más importantes funciones.
- El elevado calor de vaporización del agua (necesita absorber mucha energía para vaporizarse) permite que, cuando la temperatura de nuestro cuerpo aumenta (por ejemplo en ambientes muy cálidos y cuando se realizan ejercicios físicos intensos), la sudoración que se produce nos protege, evitando un sobrecalentamiento. El organismo humano es muy poco eficaz a la hora de transformar la energía almacenada en los alimentos en energía mecánica para realizar trabajo, pues un porcentaje alto (70-80%) se pierde en forma de calor. Es importante tener en cuenta que, aunque el sudor es una forma muy eficaz para eliminar calor, puede dar lugar, cuando es prolongado, a una excesiva pérdida de agua que, si no se reemplaza, puede causar graves problemas. De hecho, el organismo necesita equilibrar, mediante la ingestión de líquidos, las pérdidas de agua producidas para poder seguir manteniendo la capacidad de regular la temperatura corporal. Cuando las pérdidas de sudor exceden peligrosamente a la ingesta, el sistema circulatorio no es capaz de hacer frente a la situación y se reduce el flujo de sangre a la piel. Esto da lugar a una menor sudoración y, por tanto, a una menor capacidad para perder calor. En estas condiciones se produce un aumento de la temperatura corporal que puede tener consecuencias fatales. De ahí la importancia de cuidar la adecuada hidratación antes, durante y después del ejercicio. No hay que olvidar tampoco la necesidad de un adecuado aporte de electrolitos que puede realizarse con el consumo de Agua Mineralizada Rocío.
Aunque el agua se excluye a menudo de las listas de nutrientes, es un componente esencial para el mantenimiento de la vida que debe ser aportado por la dieta en cantidades muy superiores a las que se producen en el metabolismo. El agua puede considerarse como un verdadero nutriente que debe formar parte de la dieta equilibrada. De hecho, en la actualidad, muchos países incluyen entre sus recomendaciones dietéticas la de ingerir una determinada cantidad de líquidos, principalmente agua de bebida (1.5 a 2 litros/día = unos 6 a 8 vasos al día, en climas moderados), recomendación que ya aparece en las pirámides nutricionales de algunos grupos de población en las que el agua debe ocupar siempre la base.
Además, puesto que el cuerpo tiene una capacidad muy limitada para almacenar agua, debe ser ingerida diariamente en cantidad aproximadamente igual a la que se pierde. Normalmente la sensación de sed, invitándonos a beber, permite satisfacer nuestras necesidades de agua, pero no siempre ocurre así. Puesto que el mecanismo de la sed aparece cuando el proceso de deshidratación ya se ha iniciado, es aconsejable beber incluso aunque no se tenga sed.
Requirimientos de Agua
Los requerimientos de agua del hombre están estrechamente relacionados con numerosos factores endógenos y exógenos: edad (que incide especialmente en niños y ancianos), tamaño corporal (de él depende la superficie de evaporación), dieta (condiciona la carga osmótica a eliminar), temperatura y humedad exteriores (factores físicos exógenos que afectan a la velocidad de evaporación de cualquier líquido) o la actividad física (pérdidas por sudor) y situaciones fisiológicas especiales como embarazo o lactancia materna.
En situaciones que cursan con diarrea, vómitos, en síndromes de mal absorción, hemorragias, quemaduras, fiebre, alteraciones renales, infecciones y/o ingesta de diuréticos, la cantidad de agua que se pierde puede presentar graves problemas si no se repone con prontitud y eficacia, por lo que hay que cuidar especialmente su aporte.
Durante el embarazo, las necesidades de líquidos se modifican poco, gracias a mecanismos de adaptación; sin embargo, durante la lactancia materna es necesario consumir una cantidad adicional: unos 600 - 750 mL/día.
Los niños necesitan mayor cantidad de líquidos por su mayor superficie corporal y metabolismo basal con respecto al peso. Además, sus riñones aún no tienen la capacidad adecuada para concentrar solutos.
En los ancianos, la pérdida de la sensación de sed (a veces, adipsia total) es muy frecuente, de tal forma que hay que insistir en que beban, incluso aunque no tengan sed.
El agua más recomendable es el Agua de mineralización débil y dentro de este tipo de agua en distintas etapas de la vida se recomienda:
Recién Nacido : aguas de mineralización débil .
Gente Mayor con problemas de Osteoporosis es más recomendable una agua rica en calcio.
Gente Mayor con problemas de Hipertensión es mas recomendable un agua con bajo contenido de sodio, calcio y magnesio controlado.
Muchas veces se recomienda un tipo u otro dependiendo del estado de salud más que de la edad
El Agua Mineralizada Rocío es altamente recomendable en todas las etapas de la vida , por lo que puede y se recomienda sea consumida por toda la Familia.
Aspectos beneficiosos del agua mineral Rocío en la medicina actual
Una persona sana puede llegar a vivir sin ingerir alimento sólido más de 2 meses, pero pasar 48 horas sin beber nada de líquido, supondría un grave riesgo para la vida.
Hay que tener en cuenta que un 70% de nuestro organismo es agua, una porción que en los recién nacidos puede alcanzar el 75%. Pero sólo con la respiración perdemos en torno a 0,3 litros cada día, y cuando la temperatura rebasa los 30ºC o estamos realizando un ejercicio físico importante, se puede llegar a perder 0,8 litros por hora. A todo esto se debe añadir 1,5 litros que eliminamos, aproximadamente, con la orina, heces y salivación.
Se debe asegurar un aporte equilibrado de agua al organismo, que según los datos actuales, debe girar en torno a los 3 litros diarios, de los cuales 2 litros ha de ser directamente de forma líquida, dado que una dieta normal , nos puede proporcionar el equivalente a un litro. Así, a lo largo de toda una vida, un ser humano debe ingerir alrededor de unos 50.000 litros de agua.
En nuestro país, el 60 % de la población decide saciar su sed con agua mineral, y una cuarta parte de ellos utiliza aguas mineralizadas del tipo Rocío. En situaciones de emergencia es posible sobrevivir tomando solamente 0,5 litros de agua al día, siempre y cuando se evite al máximo la sudoración. Esa cantidad es suficiente para producir 300 ml. de orina, la cantidad mínima para excretar los productos de deshecho y no "envenenar" la sangre.
La gran importancia de mantener el equilibrio hídrico del organismo es porque el agua es el compuesto químico que más abunda en el cuerpo humano. Algunos órganos, como los riñones contienen alrededor de un 83% de agua. Algo menos incluyen el tejido conjuntivo (80%) y el corazón, los pulmones y la sangre alrededor del 79%.
En el extremo opuesto se situaría el tejido adiposo, que tan sólo contiene un 15%. De ahí que la proporción de agua en el cuerpo, disminuye inversamente proporcional al aumento de grasa. El organismo femenino también suele contener menor proporción de agua, debido a que determinadas funciones fisiológicas, como por ejemplo, la maternidad, exigen mayor acumulación de grasa.
Cuando la falta de agua rebasa el 1% del peso corporal, la hormona antidiurética pone en marcha los sistemas de alarma renal, avisando del peligro de deshidratación, y así los riñones reducen drásticamente la formación de orina. Al mismo tiempo, el agua corporal se redistribuye, fluyendo de los lugares que menor agua necesitan, hacia donde es imprescindible para mantener las funciones vitales, como los pulmones, el cerebro o el corazón. Una de las zonas donde antes comienza a desaparecer es en la mucosa bucal, de ahí que al perder agua, se note sensación progresiva de sequedad de boca.
El organismo humano puede llegar a perder casi la totalidad de sus reservas de energía (casi toda la grasa y la mitad de las proteínas) pero si pierde entre un 15 y un 20% de su agua corporal, puede morir de uremia (acumulación de productos tóxicos en la sangre) y cuando se intoxica la sangre, todos los órganos empiezan a fallar.
De hecho, el agua es esencial para la digestión, la regulación de la temperatura corporal, la absorción de oxígeno de los pulmones. Actúa como lubricante entre los huesos y en los ojos, es un elemento imprescindible para la sinapsis neuronal, y, por tanto, para la actividad cerebral y el funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
Es de vital importancia para la eliminación de productos de deshecho a través de las heces, el sudor y la orina. Cuando la ingesta de agua es insuficiente, el color de la orina se convierte en dorado oscuro, aunque hay que tener en cuenta, que ciertos productos, como la riboflavina, suele oscurecer el color de la orina de una forma natural.
Cuando la entrada de agua en el organismo es la normal, el color de la orina es amarillo claro o limón pálido, y esto es fundamental para asegurar la salud de los riñones, la vejiga urinaria y la próstata.
En los varones y las mujeres normales, la orina de la vejiga es estéril o contiene una mínima cantidad de flora bacteriana, inocua cuando es un pequeño número de colonias. Cuando la frecuencia de micción es baja, debido a un pobre aporte de agua, hay más probabilidades de proliferación bacteriana, sobre todo a nivel de la vejiga urinaria, pudiendo provocar cistitis recurrentes.
El primer tratamiento y más natural, para profilaxis de infecciones del tracto urinario, es el aumento de la ingestión de agua, de forma que provoque una limpieza, por arrastre, de las posibles formaciones de flora bacteriana; además desbloquea el posible sedimento de elementos formes de los túbulos del glomérulo renal, como pueden ser: células, leucocitos, hematíes y cristales de diversas sustancias.
Donde se nota realmente la importancia del tratamiento preventivo natural con agua mineral Rocio, es en evitar la formación de cálculos renales, ya que según la composición del agua, puede ser útil para combatir la formación de precipitaciones de distintas sustancias.
El Agua Mineralizada Rocío , por su aporte de bicarbonatos, alcaliniza la orina, siendo básico para la dilución de los cristales de ácido úrico, evitando la formación de cálculos de este material, o de otros como los de oxalatos, que acostumbran a utilizar como núcleo de la litiasis, un cristal de ácido úrico. Los cálculos de cistina pueden tratarse alcalinizando la orina y aumentando el aporte de citratos y potasio, siendo el mejor tratamiento beber 2 vasos cada 2 horas durante el día y 2 vasos por la noche, de agua rica en bicarbonatos y potasio como el Agua Mineralizada Rocío, logrando así una diuresis de 3 a 4 litros diarios.
El riñón es el gran órgano depurador de la sangre, y uno de los minerales que expulsa, con más capacidad de formación de cálculos, es el calcio. Para evitarlo, debemos diluir al máximo la orina, sobre todo cuando hay mayor riesgo de sobresaturarla de calcio, es decir, 2 a 4 horas después de las comidas, por las noches, cuando hace mucho calor (deshidratación) y en el ejercicio físico. En casos de calor excesivo o intenso trabajo físico, es importante que el agua mineral esté equilibrada con una cierta cantidad de sodio, como sucede con el Agua Mineralizada Rocío, para evitar una diuresis excesivamente rápida, y así mantener el equilibrio electrolítico.
Estas son algunas de las grandes ventajas de este preciado bien que nos brinda la naturaleza.
Efectos Terapéuticos del Agua Mineralizada Rocío
Mantiene la piel fresca, sana y joven
Retrasa el envejecimiento celular
Ayuda a la metabolización de los alimentos
Lubrifica las articulaciones protegiendo el cartílago
Disuelve la agrupación de grasas
Limpia la sangre evitando la obstrucción de las arterias y el colesterol
Limpia los riñones ayudando a disolver los cálculos renales
Revitaliza las células del cuerpo
Aumenta el recuento de plaquetas
Elimina las toxinas
Purifica el hígado
Refuerza los tejidos del corazón
Reduce el exceso de glucosa en sangre
Elimina los olores del cuerpo
Mejora el drenaje nasal
Alivia la inflamación de garganta
Mitiga las úlceras
Revitaliza el sistema vascular en las piernas
Mejora las venas varicosas
Ayuda a combatir la hepatitis
Ayuda contra la hemofilia
Ayuda en problemas de asma
Mejora la capacidad de memoria